Cicatrices

Se fue y quedó una espina. La quité y brotó la sangre. Entonces se hizo costra. Empezó a curarse pero durmiendo me la arranqué y se abrió la herida y ahora sangra de nuevo. Miro cómo se seca la sangre pensando que volverá a hacer costra como una metáfora del poder sanador del tiempo. Por dentro sé que más adelante no quedará ni esplna, ni sangre, ni costra. Tal vez una cicatriz, una de esas que se ven bonitas y que de vez en cuando, cuando llega el frío, de repente duele un poco. Pero sobretodo quedará lo bueno, aunque al final la nada nos devore, en el algo del presente ella quedará grabada en mí.

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