No encuentro respuesta

Al final todo quedó en incógnita,
una duda recóndita que duerme en mi interior,
un atisbo de tu olor y un dolor como apagado,
como una cicatriz que ya ha curado
pero que los días de frío vuelve a doler,
y a veces yo vuelvo a recorrer esos recuerdos,
me encuentro buscando respuestas
en contradicciones que no comprendo,
y que no se malentienda 
que ya sé que la dinámica
siempre fue disfrutar del momento 
y de lo que nos fluyera,
pero no esperaba que huyeras
y rompieras la constancia
pues la esencia de mi estancia
siempre fue la comprensión,
y pese a tu tendencia de cargar
con aquello que no es tuyo,
yo pensé que era más que lograble
seguir llevándonos bien
sin que tú te sintieras culpable,
pero a parte de todo esto
y de esa marcha funeraria
hubo también intensidades
entre llamas incendiarias,
comodidad desorbitada
y un te quiero de mi cora,
y por tu parte aquel me gustas
que parecía más grande
de lo que decía tu boca,
fue esa cara sonrojada
y las sonrisas que te acompañaban
cuando cruzábamos nuestras miradas,
que soy un poco corto
pero no tan tonto
como para no ver que entre nosotros
estaba creciendo algo,
aunque quizás no fuera eso,
o no fuera para tanto,
o sí lo fue y supuso un problema
pues tú querías estar sola
y trabajar, mudarte y sacarte una carrera.
Al final este poema
acaba como empieza,
con un dilema en mi cabeza
para el que nunca hallo respuesta.

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