Crezco
Crezco,
sé que tengo suerte
pero al mismo tiempo no la tengo,
no sé lo que merezco
pero con los años
sé mejor qué es lo que quiero,
soy débil y soy fuerte
como una despedida,
soy manso pero fiero
si mi mecha es encendida,
no estoy para paridas
ya he tenido muchas de esas,
he sido víctima
y he sido verdugo
cuando era yo el problema,
me he enfrentado a mis dilemas
y he sacado conclusiones,
he redactado mil poemas
pero nunca canciones,
no entiendo de ritmo
pero sí mis emociones,
ya perdí la cuenta
de las noches en vela
enfrentando a mis demonios,
tecleando sin folios
en busca de respuestas
sin saber por dónde empezar,
buscando las fuerzas
para librar una guerra
que no creía ser capaz de ganar,
sonaban mis sirenas
en forma de advertencia
cuando me quería suicidar,
después otra tormenta
que de mí se alimenta
llegó sin avisar,
no sé cómo lo hice,
maldije cada pieza en mi cabeza
cuando ésta última pareció encajar,
empezó a consumirme
y me torné en alimento
de este puto parásito
que me intenta devorar,
fue un caos en cadena,
un error secuencial,
una carrera a contrarreloj
contra un trastorno mental,
pero al final aprendí a gestionar
mis propias ideas,
a ser más dueño de mi mente
en lugar de ser su presa,
a lidiar con la incertidumbre
y mi miedo al abandono,
a aceptar mi pesadumbre
y dejar de machacarme,
a quererme y a cuidarme,
a dejarme crecer
sin victimizarme,
a responsabilizarme
de mis propios errores
y a cambiarme,
he dado muchos pasos
y he aprendido entre delirios
que el camino nunca acaba
por mucho que avance.
Comentarios
Publicar un comentario