Mi mente ya no es tuya
Sé que estás ahí,
sé que me escuchas
y que luchas
por salir,
sé que intentas escaparte
y demostrarme una vez más
por qué es mejor alejarte de mí.
Sé que te revuelves,
que arañas las paredes,
que golpeas los barrotes
buscando mi atención,
que finges estar muerto
para que te abra la puerta
que separa nuestras vidas,
que separa nuestros egos.
Y es gracioso,
en realidad no te he encerrado,
no te reprimo,
no he erigido una muralla
que te mantenga separado,
no,
solo he aprendido a convivir contigo,
solo he aprendido a ignorarte cuando eres dañino,
a gestionar lo que me dices
y digerirlo sin que me destruyas,
y ahora tienes un berrinche
porque mi mente ya no es tuya.
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