Exhausto
Estoy agotado como quien anda por el desierto de noche, perdido entre las frías y oscuras dunas, sintiendo cada paso más pesado sobre los granos de arena, cansado de mirar al horizonte con la esperanza de ver algo que no sea desierto.
Parece que nunca soy suficiente, que por una razón u otra no importo a mis personas cercanas como a mí me gustaría. Sé que no tengo que ser bueno con los demás esperando recibir algo a cambio, lo sé de sobra, pero también tengo mis necesidades y al final ver que las personas que me interesan no se interesan por mí, cansa. Tal vez no cansaría tanto en otras circunstancias, pero la realidad es que ni una de las personas que consideraba más cercanas se ha mantenido a mi lado, y tener que enfrentarme a esa solitaria realidad a la vez que vivo con todas las demás cosas de mi cabeza es realmente agotador. No puedo seguir dando de mí a la gente sin recibir algo más de constancia. Pero tampoco puedo ni debo tratar de forzarlo, ni echarlo en cara, por muy frustrado o resentido que me sienta. Eso solo me deja una opción: pasar por todo esto yo sólo. Si no recibo lo que necesito y me hace sentir mal, me alejaré de todos si es necesario (es gracioso porque lo digo como si me pudiese alejar de alguien si no hay nadie tan cercano en mi vida). No sé cómo voy a afrontar todo esto, y menos aún sé cómo conseguir volver a estabilizarme un poco si la compañía me daba un mínimo de estabilidad y ahora me da hasta ansiedad intentar relacionarme con la gente.
Empiezo a plantearme acabar con todo eventualmente, las fuerzas cada vez me escasean más y de todos modos la existencia está un poco sobrevalorada. Además mejor morir en algún momento que esté así que vivir con mi frecuente pánico a la muerte y el estado mental en el que me deja.
Comentarios
Publicar un comentario