Cobardes
Dicen que con ella hay que ir con cuidado,
que es mejor no acercarse y mirar a otro lado,
olvidar sus ideas, sus caderas y labios,
andarse con ojo y no echar ni un vistszo.
Solo son cobardes, son necios e ignorantes,
no ven una estrella ni al tenerla delante,
la temen por ser libre, brillante como el fuego,
por no ser de nadie y marcar el ritmo del juego.
Pero yo no soy ellos, ni estoy cuerdo ni ciego,
ella es la hoguera en diciembre que protege del invierno,
atesoro su recuerdo y no me rompo ni me quemo,
entendiendo su compás, componiéndole cuartetos.
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