Las calles de Madrid
Cada vez que recorro las calles por las que anduvimos
tengo miedo y a la vez esperanza de encontrarte,
de verte entre una multitud de gente, reconocible pero distante,
de toparme de frente contigo, cálida pero cortante,
de sufrir el agridulce rechazo de una sonrisa por compromiso,
de volver a saborear el olor de un abrazo tuyo, aunque sea efímero,
y acabar desolado viendo tu pelo ondear mientras te alejas una vez más.
Comentarios
Publicar un comentario