Pensamientos inconclusos

Siento tú compañía y tu ausencia a diario. Siento lo que pude aprender gracias a ti y siento el vacío que se quedó al alejarte. Cuando me miro a los ojos me veo distinto y reconozco una parte de ti en mi mirada. A veces escucho una risa que me recuerda a la tuya, y me pongo a la vez triste y contento. A veces veo una melena cobriza por la calle y no puedo evitar tirarme aun sabiendo de sobra que es imposible que seas tú. A veces me duele haber perdido tu confianza y no poder enviarte un mensaje contándote cualquier cosa, nimia o importante, porque sentía que quería compartir muchas cosas contigo, pero a la vez estoy orgulloso porque aunque lo eche de menos he aprendido a estar por mi cuenta. Quizás aún pueda mejorar, pero apenas comparto mis problemas y parece que voy gestionando bien lidiar con las cosas solo, pero a la vez no me cierro a abrirme por miedo a la pérdida, así que es un doble éxito. Solo puedo decir, una vez más, lo agradecido que estoy por lo que me has enseñado, y lo mucho que siento no haber podido hacerlo mejor cuando debía hacerlo. Pero lo haré mejor la próxima vez, aunque no sea contigo, para nadie tenga que sufrir mis errores del pasado. Odio aprender equivocándome, me destroza la conciencia, pero yo que sé al menos aprendo y me reinvento y no dejo de intentar dejar de cagarla con la gente y conmigo mismo.