Marchita
Tanto miedo a que te pierdas
que me pierdo en mi cabeza,
ahora un ateo que reza
en la terraza de tu sonrisa,
pidiendo al universo
que te de paz y calma
sin que tengas que marcharte,
mientra veo marchitar tu vida
sin saber cómo ayudarte.
Al menos ahora sé quererme y quererte,
escucharte sin decirte cómo luchar,
buscarte en el vacío
y alumbrar la oscuridad
sin saber cuánto estarás,
dure lo que dure tu fuego
daré todo mi apoyo,
y aunque no te saque del hoyo
bajaré a tu infierno a distraerte,
intentar traerte un instante de tranquilidad,
y aunque algún día te vayas
te llevaré conmigo por siempre,
como mi angel de la guarda,
mi amuleto de la suerte.
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