La infrecuente visita de la felicidad

Hoy he vuelto a experimentar a un nivel estratosférico la única parte buena del TLP: sentir de manera intensa la felicidad. Es como si todo fuese a reventar de la satisfacción interior que reboso, como si no pudiera contener dentro de mí tantísima emoción. Se asemeja a la euforia, de hecho a ratos también la experimento cuando estoy en este punto. Se me nubla la mirada por lágrimas de felicidad y no puedo parar de sonreír. Es una puta pasada, me cuesta muchísimo ser capaz de describir esta sensación porque al fin y al cabo probablemente todos creáis entender lo que es, solo que esto es multiplicado por cien. A veces es tan intenso que cuando se me pasa me entra una especie de bajón por simple contraste entre lo que sentía tan bueno a lo que paso a sentir (aunque no sea malo, y esté también bien pero no al mismo nivel), pero es increíble poder disfrutar de esta sensación. Joder, es que hasta siento algo distinto en la cabeza, siento mi cerebro más cálido, como si estuviera produciendo una cantidad enorme de dopamina, serotonina o algo y estuviera a tope como cuando la torre del ordenador se pone a trabajar al máximo.

Comentarios

Entradas populares