Viaje al centro de mí mismo
Me gustaría decir grandes palabras sobre lo que podría encontrar en mi interior, utilizar un sinfín de adjetivos para describir las maravillas o pesadillas que habitan dentro de mí, representar mis adentros como una lustrosa cámara del tesoro o como una habitación tenebrosa que represente psicológicamente mis miedos, pero lo más destacable de mi interior es lo vacío que se encuentra. El problema debe ser que estoy lleno de grietas por las que se escapa todo aquello con lo que intento llenarme, y creedme que lo intento mucho. Como quien se pone una tirita en la yugular cortada, yo me intento llenar por dentro con sexo, humor, drogas, comida, consumismo y amor... y la hemorragia no para. Supongo que todo el mundo se intenta llenar con las cosas que más satisfacción personal le producen, así que tal vez el problema sea mi carencia de motivación y esta sensación de irrelevancia y casi indiferencia hacia las cosas. Empiezo a pensar que quizás no quede otra, así que disfrutaré de mi propio desangramiento emocional todo lo que pueda, y cuando no haya nada que disfrutar, traeré mi vacío y lo llenaré de palabras.
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