Regurgitación mental
Mi cabeza era una desbandada de pájaros volando cada uno hacia una dirección al azar, una tormenta eléctrica rompiendo el silencio eterno de esta prolongada pausa, pues si la quietud se adentra en mí, mis miedos más profundos afloran hasta dejarme convertido en poco más que un saco de huesos tembloroso, un mal chiste de ser humano, lo cual es irónico ya que los seres humanos ya somos de por sí un mal chiste. La ansiedad brota sin previo aviso como un íntimo amigo que te viene a buscar sin decirte nada, y supongo que tras tantos años acompañándome podría considerarse que la ansiedad es íntima amiga mía y hemos compartido grandes momentos junto a la cuchilla mojada en sal y hierro.
Divago, cavilo y rumio. Una, otra y otra vez. A veces me sorprende seguir cuerdo, o tal vez haya perdido la cordura y no me haya dado cuenta. Otras veces vienen a mi mente consejos inesperados de personas inesperadas, y casi me siento mal. ¿Estoy siquiera intentando estar bien? Peor aún, ¿existe algo que me llene un mínimo suficiente como para salir de esta espiral autodestructiva? Afirmar que no sería una simple falacia lógica, pues asumiría que como no he encontrado nada que me apasione después de tanto tiempo buscando, nunca lo haré, pero en realidad no lo sé. Supongo que a veces estoy demasiado cansado de esta búsqueda que parece no tener fin. A veces, a lo mejor, solo quiero rendirme y acostumbrarme a estar mal para lidiar con ello. Olvidar que la luz brilla ahí fuera cuando menos te lo esperas y conformarme con una oscuridad que pueda resultar cómoda. Cada día es una lucha constante contra mí mismo y la decepción que me provoco, cada día es un día más de sentirme solo en un mundo lleno de gente, de sentirme tan inútil que apenas entienda cómo soy capaz de respirar sin olvidar cómo se hace. Pero al final, de formas tal vez poco atinadas, yo sigo intentando salir de esto a mi manera. Supongo que soy muy obstinado y tiendo a hacer siempre las cosas a mi modo, me cuesta demasiado dejarme guiar. Tal vez si no hiciera así las cosas podría haber aprendido lo que sé a día de hoy de formas más eficientes, y podría haber sido mejor persona, pero supongo que no me sentiría tan dueño de mis conclusiones como me siento ahora.
No sé ni a dónde quiero llegar a parar con esto, solo sé que esto es simplemente una noche más de dar tumbos entre temblores en mi propia cama en un lugar que ni siquiera podría considerar mi hogar. Tal vez lo más parecido a un hogar que tenga sea mi imaginación. Ojalá poder dormir para siempre, total, la realidad está sobrevalorada. Creemos que entre los sueños y la realidad hay diferencia, pero si tan solo conociéramos los sueños esa sería nuestra realidad. Igual no tiene sentido lo que digo, pero en mi cabeza, que no necesita explicarse las cosas a sí misma, sí lo tiene.
Comentarios
Publicar un comentario