Contraste
No sé qué es lo que quiero escribir ahora mismo, lo único que tengo claro es que me escuecen los dedos cada segundo que pasa sin que vierta simplemente lo que fluya.
Ahora mismo soy caos, un cúmulo de pensamientos y emociones que dan vueltas por mi cabeza a toda velocidad. Un agotador ejercicio de autocrítica y gestión emocional que tengo que hacer tan rápido como pueda mientras siento que me flaquean las fuerzas. Tengo que cuestionarme a mí mismo todo para no dejar que se venga nada abajo y, de paso, quizás pueda añadir alguna pieza nueva al puzle. ¿Me completas o me complementas? Importantísima cuestión que sé que nunca tengo que dejar de preguntarme. No pienso permitirme ser completado por nadie porque esa es MI responsabilidad. Y no creo que me completes pero en momentos como este en el que el vacío asedia más de lo que me había asediado en mucho tiempo tengo que cuestionármelo igualmente, por si acaso, para asegurarme de que la relación sigue estando basada, por mi parte, en la independencia.
Supongo que es culpa del contraste por haber pasado días y días experimentando lo que para mí se ha sentido como un hogar. No me refiero a un sitio físico concreto sino a esa sensación de comodidad y confianza que se produce en mí al compartir tiempo contigo, más concretamente tiempo a tu lado en este caso (pues aunque siento lo mismo a distancia, la sensación de compartir espacio físico junto a ti intensifica esa experiencia). Ahora me toca acostumbrarme de nuevo a este pueblo de mierda, a esa puñetera distancia que arrebata la libertad de poder vernos si nos apetece en lugar de depender de tantos otros factores para poder hacerlo, tengo que acostumbrarme a otras dinámicas, y también a la ausencia de esa mirada que me lanzas cuando me observas y en tus ojos se refleja una ternura infinita, seguida a menudo de una lluvia de besos o un pellizco en la mejilla. Me está resultando un poco difícil porque nunca me había sentido tan jodidamente bien con nadie, pero podré lidiar con ello, solo necesito un poco de tiempo para mentalizarme. Tampoco es que de por hecho que todo eso vaya a repetirse, soy consciente de que nunca se sabe. Quizás deje de fluir la relación tal y como es ahora, quizás no te apetezca darme besos o abrazos, quizás dejes de sonreírme de la misma manera, y la verdad es que no pasa nada, la vida sigue. Lo único que sé es lo que hay hoy, ahora, y tengo por delante cosas que gestionar. Lo demás lo gestionaré cuando toque hacerlo. También sé que te quiero, que estando contigo en persona se han confirmado todas mis sospechas (si es que se les puede llamar así porque no tenía duda alguna) sobre lo bien que me sienta la dinámica que tenemos. Es como si de algún modo todas las cosas buenas se intensificasen al compartirlas contigo y, al mismo tiempo, todo lo malo pareciese un poco más sencillo a la hora de lidiar con ello. Me flipa, igual que me flipa lo mucho que me río contigo, las cosas que aprendemos y lo jodidamente interesante que me resulta hablar contigo, saber cosas sobre ti o compartir nuestras ideas y desarrollarlas aún más. Sé que esto es totalmente subjetivo y no pretendo idealizarte ni mucho menos, pero quiero decir que me pareces una persona extremadamente fascinante. Toda tú. Espero que aunque quizás no haya verbalizado prácticamente ninguna de estas cosas mientras estaba en Málaga haya sabido mostrarlo con actos y miradas. Ojalá haya sido así.
El otro día me preguntaste algo así como que si creía que te irá bien la vida. Me sorprende y a la vez no tu pregunta. Ojalá pudieses verte a través de mí por un segundo y contemplases lo que yo tengo la suerte de poder haber visto. El resultado de 19 años de infinidad de factores distintos que se han combinado para conformar lo que eres a día de hoy, y que dejarás de ser porque estás en constante cambio debido a esa introspección que tanto me maravilla de ti, en esa búsqueda constante de encontrar el camino que mejor se ciña a ti y que sea compatible con tus ideas y principios, que a su vez también son (como todo) cambiantes ya que tienes la mente lo suficientemente abierta para no aferrarte ciegamente a algo, sino que en su lugar te lo sigues cuestionando. Por supuesto que creo que te irá bien. No me refiero a bien bajo la percepción socialmente extendida de lo que es una buena vida, sino bien en el sentido de que creo que lograrás vivir la vida de una manera que, en general, a TI te satisfaga. Y si te soy sincero uno de mis mayores deseos era poder llegar a ver parte de ese recorrido que tienes por delante, y por suerte para mí ya lo he conseguido. La verdad que es una vista maravillosa.
Sé que ya sabes esto que voy a decir pero aun así prefiero aclararlo: no escribo esto esperando nada. Ningún tipo de respuesta ni de reciprocidad. Tan solo quería sacar lo que llevo dentro porque ardía como combustible al guardarlo en mi interior, igual que arden en mi cabeza con una preciosa y cálida luz mis recuerdos contigo, igual que arde el nombre del fuego en la mente dormida de un nominador.
Comentarios
Publicar un comentario