Factores y variables.
Una de las cosas que más me maravillan es lo difícil que es entender el comportamiento, sobretodo el del ser humano. Si ya hay una cantidad casi infinita de factores que pueden llevar a dos personas aprender cosas totalmente opuestas de la misma experiencia si encima le sumamos las variables (culturales, sexuales, económicas, anímicas, etc.) las posibilidades se multiplican. Si encima tenemos en cuenta que estamos en constante cambio todo se complica aún más. Me gusta pensar en mí como una eterna incógnita, una operación irresoluble porque incluso si lograse ser resuelta los números volverían a cambiar. Es curioso cómo algo tan racional me produce algo similar a lo que siento al contemplar algún tipo de arte que me gusta. Veo belleza en la suma de todas esas variables envueltas en un falso manto de misterio que en realidad esconde una respuesta simple: esa suma, por ahora, escapa a nuestra comprensión absoluta. Pero es maravilloso atisbar los bordes de la respuesta al dedicarle el tiempo suficiente. Y yo me lo dedico. ¿Y sabes qué? También quiero dedicártelo a ti. Jamás podré entenderte tan bien como tú pero joder qué bonito es intentar atisbar la punta del iceberg e intentar ver más allá a través de lo que me dejas ver.
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