Un vacío que me llena

Me quejo de estar vacío pero en realidad podría decir que estoy lleno. Lleno de complejos, inseguridades, miedos, remordimientos, desgana, tristeza. Hay tantas cosas en mi vida que van mal que apenas sé por dónde empezar a trabajar en mí mismo. Siento que tiendo a aislarme pero cómo no hacerlo si la experiencia me ha enseñado que la gente rara vez sabe cómo tratar conmigo, si cuando intento abrirme recibo comentarios insensibles porque no entienden que para mí esto tiene suficiente magnitud como para destruír mi puta vida. Y sí, claro, si me esforzase por visibilizarlo y normalizarlo ayudaría a que eso deje de ser así, pero no siempre tengo las fuerzas, las ganas y la paciencia de exponerme por voluntad propia a acabar el día todavía peor de cómo lo empecé.

Lo que no entiendo es cómo pese a todo sigue habiendo una pequeña parte dentro de mí tratando de liberarse de sí misma. No sé, tal vez si perdiese todo atisbo de esperanza me sería más fácil acostumbrarme a este recurrente estado de ánimo de mierda. Además a veces algo despierta en mi interior y vuelven a mí un poco las ganas de vivir, de repente veo una luz en alguien y me motiva, me intriga, me mueve, no puedo evitar sentir curiosidad por saber qué podría pasar, no puedo evitar dejarme llevar aunque al final no suceda nada especial. Y desde luego no sé cómo soy capaz de seguir haciendo algo así, porque le tengo un miedo horrible a esa esperanza, le tengo un miedo horrible a que el momento pase, igual que acaba pasando todo, y tener que volver a sumirme en la oscuridad absoluta. Así estoy ahora, asustado de perder esa chispa porque ahora recuerdo que en el mundo hay cosas bonitas y me veo capaz de apreciarlas, y temo volver a vivir la vida como si ya estuviera muerto.