Oscuridad y dioses
Hay un oscuro e inmenso vacío extendiéndose sin fin por mis entrañas, apoderándose de cada rincón de mí, de cada pensamiento, de cada sensación. Como un parásito que se alimenta de mi vida, un vampiro drenando mis últimas gotas pero sin llegar a saciarse nunca. Siento cómo mis fuerzas flaquean, pues pienso que nada de esto importa. Vuelvo a mirar las cosas que conocía y no las veo del mismo modo. Cada sensación se magnifica, y creo que logro entender mejor que nadie lo maravilloso que es sentir... y eso es lo peor de todo. Mi propia cabeza me traiciona, pues cuando le digo que ya basta me lleva de nuevo por la vertiginosa caída libre que es la realidad. O, al menos, mi realidad. Es irónico, pues siento que mis ideas son más libres, pero éstas me limitan por lo desalentadoras que me resultan. Tal vez soy, al menos por ahora, demasiado débil para afrontar mi verdad. Tal vez soy demasiado insignificante como para que algún día pueda llegar a aceptar cómo son las cosas. Miro al cielo nocturno y atisbo por un momento el infinito, la oscuridad, esa misma que me recorre por dentro, y entonces mis ideas se reafirman. Nada tiene sentido, solo tratamos de inventarnos uno para no caer en el abismo de la incertidumbre. Tratamos de encontrar explicación y poner orden, damos nombre a todo aquello que vemos, e incluso nos inventamos un nombre para aquello que simplemente imaginamos, otorgamos valor a las cosas y las intentamos explicar, inventamos medidas tangibles para tener respaldo lógico, pero en el fondo sigue sin tener sentido. Sí, una roca es una roca, ¿pero por qué es una roca? ¿Por qué no es algo diferente que jamás hayamos conocido? ¿Por qué es siquiera? ¿Por qué surgió, por qué surgieron los elementos, por qué surgimos nosotros?
Solo puedo desear no haber llegado a existir nunca, pero eso ya no es posible. Estoy aquí, y me gusta, pero odio la certeza de dejar de estar aquí en algún momento. Sin embargo, curiosamente, también me aterra no dejar de estar aquí, ser la excepción y acabar solo eternamente. Supongo que si existe algún díos así es como se debe sentir. Solo, completa y dolorosamente solo. Hasta perder la cordura, hasta desarrollar tal nivel de imaginación que te permita crear en tu cabeza una historia entera, con sus personajes, su entorno y su desarrollo. Con su big bang y sus satélites, con sus planetas y sus atmósferas... y con las vidas que habitan dentro, dando entretenimiento, paliando esa soledad tan horrenda. Si algo así existe, desearía poder acompañar a ese ser de algún modo, porque faltan adjetivos para describir lo dura que debe ser la soledad eterna. Puede que, incluso, más dura que haber existido y dejar de hacerlo.
Solo puedo desear no haber llegado a existir nunca, pero eso ya no es posible. Estoy aquí, y me gusta, pero odio la certeza de dejar de estar aquí en algún momento. Sin embargo, curiosamente, también me aterra no dejar de estar aquí, ser la excepción y acabar solo eternamente. Supongo que si existe algún díos así es como se debe sentir. Solo, completa y dolorosamente solo. Hasta perder la cordura, hasta desarrollar tal nivel de imaginación que te permita crear en tu cabeza una historia entera, con sus personajes, su entorno y su desarrollo. Con su big bang y sus satélites, con sus planetas y sus atmósferas... y con las vidas que habitan dentro, dando entretenimiento, paliando esa soledad tan horrenda. Si algo así existe, desearía poder acompañar a ese ser de algún modo, porque faltan adjetivos para describir lo dura que debe ser la soledad eterna. Puede que, incluso, más dura que haber existido y dejar de hacerlo.
Comentarios
Publicar un comentario